SALAS
Iglesia de Santa María de Augas Santas

Villa romana, sauna, horno de cremación, templarios y ritos iniciáticos; los petroglifos, el agua, la piedra y los árboles; la leyenda, la tradición y la historia. La creencia religiosa sitúa en el castro de Armeá y en su contorno el martirio de santa Mariña en el siglo II. El lugar estuvo habitado desde época pre-romana y durante la romanización, y posiblemente funcionaba como espacio de culto pre-cristiano.

La memoria del lugar del enterramiento de la mártir se perdió con el paso del tiempo y la inestabilidad de la época. Las primeras noticias del levantamiento de una capilla son del siglo IX, durante el reinado de Alfonso II, quien la mandó construir para proteger las reliquias y establecer un lugar de culto donde en aquel momento estaba asentado un núcleo de población. La iglesia actual fue comenzada en el siglo XII por los coengos regulares de san Agustín en románico tardío. Es de planta basilical con tres naves que rematan en tres ábsides semicirculares visibles al exterior. La fachada, con apariencia de fortaleza, está dividida en tres calles que se corresponden con cada una de las naves. Tanto la portada como los ábsides están decorados con rosetones que le dan luz al templo.

Pilares con columnas adosadas y arcos de medio punto separan las naves en el interior y por encima de ellos se abre un falso triforio. El espacio está cubierto con un artesonado de madera del siglo XV. En la nave sur está el camarín debajo del que se encuentra la losa que contiene los restos de santa Mariña. El baldaquino, elevado sobre un basamento de granito, ha sido restaurado recientemente. Unas columnas sostienen el entablamento con cubierta abovedada en tres tramos debajo del cual está la imagen de la santa, flanqueada por dos ángeles, con la palma del martirio, la cruz en una mano y el dragón o serpiente grande a sus pies. Remata el conjunto un pequeño cimborrio barroco con una escultura de san Miguel que lo corona.

En el exterior, una de las fuentes que según la leyenda brotaron milagrosamente de la tierra en los lugares en los que la cabeza de santa Mariña cayó tras su decapitación. Otro de los manantiales está dentro de la capilla de santo Tomé incluído en el recinto del Pazo Episcopal que a partir del siglo XVII pasó al servicio del obispo de Ourense y se empleó como residencia de verano.

Santa María de San Clodio de Leiro

Fue en el siglo VI cuando la leyenda dice que monjes de san Clodio de León, huidos de las persecuciones arrianas, fundaron el monasterio en estas tierras. Las primeras pruebas de su existencia son de 928, fecha del documento por el que se establece una comunidad mixta con carácter familiar en este lugar.

La incorporación a la orden benedictina hacia el año 1158 y más tarde la observancia cisterciense dan paso a su periodo de mayor esplendor en los siglos XV y XVI, con una comunidad próspera dedicada al cultivo de los viñedos y a la explotación agrícola. Después de la desamortización en 1836 san Clodio pasa a emplearse, durante años, para diversos usos militares y municipales. Todavía volverá a ser habitado por los benedictinos a finales del siglo XIX pero después de casi cien años, y en estado ruinosos, es de nuevo desocupado.

El monasterio tenía en la Edad Media un claustro que fue desmontado para levantar los actuales Procesional y de Portería que son de los siglos XV y XVI. Sus amplias estructuras son de planta cuadrada y se comunican con la iglesia por medio de una escalera cubierta con bóveda de crucería estrellada.

En el lugar donde existió una primitiva edificación prerrománica se yergue la iglesia, único vestigio medieval que se conserva. Posiblemente construída a finales del siglo XII es de planta basilical de tres naves y tres ábsides. De estilo tardorrománico se aprecia la transición al gótico en la amplitud de la capilla mayor, los arcos apuntados de las naves y la importancia de los rosetones. La estructura apenas se modificó y los cambios fueron meramente estéticos. De carácter funcional fueron la sustitución de la antigua cubierta de madera por la actual y la construcción del coro alto de gusto barroco.

La decoración mural del ábside central, que permanecía oculta tras el retablo mayor, fue descubierta y restaurada hace apenas cinco anos. Las pinturas son de temática religiosa con escenas de la Crucifixión, el martirio de san Sebastián y el Juicio Final. Está datada en los siglos XVI y XVII.

El monasterio fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931. Cuando en los años noventa del siglo XX la Xunta de Galicia y una cadena hotelera acometen el proyecto de restauración, el deterioro del conjunto parecía inexorable. Después de una acertada recuperación el primer hotel-monumento gallego abre sus puertas en el año 2000.

Catedral de San Martiño

Catedral-de-San-Martino

A pesar de que no hay acuerdo sobre la fecha de inicio de su construcción, sí se sabe que el Altar Mayor fue consagrado en 1188, como consta en el documento que, junto a las reliquias de San Martín traídas desde Tours, fue guardado en una de las cinco columnas que le servía de soporte. Parecen suscitar menos polémica las fechas de su remate, entre 1218 y 1248. Aunque su base es románica, la Catedral crece al ritmo de la historia de su ciudad, y llega a tener hasta cuatro consagraciones, la última en 1966.

Hay tres espacios que no deben pasar inadvertidos al visitante: la capilla del Santo Cristo, construída entre los siglos XVI y XVIII, en la que destaca el baldaquino que acoje la figura del Crucifijo. Es ésta una imagen gótica que, según la tradición, es una de las copias que Nicodemo hizo de Jesús muerto cuando lo bajó de la cruz. La capilla es como un joyero, recubierta de madera policromada con ornamentación vegetal, columnas salomónicas y relieves de La Pasión.

El Pórtico del Paraíso merece también especial atención por ser una de las obras más hermosas de la catedral. De la primera mitad del siglo XIII, fue comparado, con desventaja para él, con el de Compostela. Para algunos tiene valores propios de idealización y serenidad, en la tradición gótica de obras francesas y burgalesas. Es la transcripción en piedra del Juicio Final bíblico, explicado de un modo muy minucioso.

El retablo del Altar Mayor es del siglo XVI, de Cornielis de Holanda, decorado con escenas de la vida de Jesús, la Virgen y San Martín.

Destacan las 36 figuras de pequeña talla colocadas entre las columnas. Están pintadas de blanco y representan santos y personajes del Antiguo Testamento ataviados y cubiertos según la moda flamenca de 1500.

Iglesia de Santa María de Gracia del Castillo de Monterrei

Del siglo X son las primeras noticias que se tienen de una fortificación sobre un alto que daba al valle del Támega. El conjunto, entonces castro de Baronceli, se encontraba dentro de las tierras que pertenecían al monasterio de Celanova. El castro era pieza clave en la estrategia defensiva de la frontera meridional de Galicia y ya aparece en documentos del siglo XIV como castillo militar.

La iglesia fue construida a finales del XIII por privilegio de Alfonso X al monasterio de Celanova. El templo consta de una sola nave con cubierta de madera rematada en un ábside rectangular con bóveda de crucería. A través de un arco gótico y por el lateral sur se accede a la llamada Capilla de los Condes de Monterrei, cubierta con una bóveda nervada que se asienta sobre cuatro columnas. Las imágenes de la Anunciación que van encima de los capiteles son de piedra policromada, como el retablo de finales del XIII o principios del XIV que preside el espacio y que representa a un Cristo sedente mostrando las cinco llagas y rodeado por escenas de la Pasión bajo un doselete gótico

La portada oeste y la torre campanario son del XVII, pero aún se conserva una interesante fachada románica en la cara que da al patio del pazo. Bajo un arco apuntado y tres arquivoltas adornadas con motivos geométricos, la imagen de Cristo preside el tímpano. Rodeando la figura, los relieves de un ave devorando un animal, un buey y el Agnus Dei.

Durante siglos el castillo es testigo de luchas por el poder, revueltas y hasta de una ocupación portuguesa. En 1474, cuando Sancho Sánchez de Ulloa recibe el título de conde de Monterrei, las obras que se emprenden no ocultan la pretensión de convertir el condado en el más importante de Galicia, aprovechando la decadencia de la casa de Lemos. La Torre del Homenaje y el pazo son los grandes proyectos edificativos de estos años y una muestra de la riqueza de la propiedad. La primera imprenta de Galicia se instala en Monterrei y de ella sale en 1494 el Misal Auriense, el libro gallego más antiguo editado.

A partir de la desamortización, todo el conjunto se abandonó hasta que en 1931 fue declarado Monumento Nacional. En la actualidad, el pazo forma parte de la red de Paradores de España.

Pazo De Los Oca Sarmiento – Liceo de Ourense

En el siglo XVI la ciudad de Ourense comienza a desenvolverse. El cabildo y el corregidor patrocinan la construcción de edificios administrativos que se añaden a las nuevas edificaciones residenciales de la jerarquía eclesiástica y familias importantes. Estas nuevas casas-pazo se construyen en las proximidades de la catedral, principalmente al norte de la villa. Los Oca Sarmiento se asientan en Ourense a finales del siglo XV y, entre 1500 y 1525, construyen su casa en la rúa Nova, que era una de las vías por las que la ciudad medieval empezaba a desbordarse.

En el año 1863 en este edificio se instala el Liceo Recreo Orensano. Una naciente sociedad urbana está surgiendo en un Ourense que en la primera mitad del siglo XIX aún carecía de luz eléctrica. Una burguesía con inquietudes promueve la creación de asociaciones culturales que pretenden impulsar el desarrollo urbano y educar a la población. En este contexto un grupo de artesanos y profesores funda en el año 1850 el Recreo de Artesanos de Orense. Tras diferentes localizaciones, se establecen en este inmueble en 1870.

De la antigua distribución del pazo poco queda. En sucesivas ampliaciones se eliminaron los cuartos, la cocina, la bodega y todos los elementos propios de una vivenda del siglo XVI. Queda de la edificación original la fachada de dos plantas con portada sencilla y cuatro balcones que dan a la calle. También se mantiene del primitivo pazo el patio renacentista, antiguamente sin cubrir, que articula el espacio a su alrededor y que es el protagonista de la construcción. Los dos pisos originiales están separados por un arquitrabe sostenido por columnas poligonales en la parte baja, que en el primer cuerpo son de fuste cilíndrico. Los capiteles son geométricos y, a modo de decoración, se colocan en los ángulos escudos con las armas de la familia y una pétrea cadena labrada que recorre todo el patio a manera de friso. Los murales que decoran la planta inferior son del siglo XIX de gusto folclorista y regionalista propio de la época.

El Liceo fue, hasta bien entrado el siglo XX, centro vital del Ourense cultural y social. Ciclos de conferencias, lecturas poéticas, conciertos; personajes de la cultura ourensana, gallega, española; acontecimientos y recuerdos que contribuyen a crear la atmósfera cálida que aún conserva el inquieto espíritu alentador de aquella época.

Museo Arqueolóxico Provincial

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Algunos autores como Ferro Couselo afirman que en el solar que ahora ocupa el Museo Arqueológico, durante siglos conocido como “pazo, torres e curral do bispo”, existía ya en época romana un praetorium y que fue desde siempre el centro del poder en la primitiva ciudad de Ourense. Con todo, basándonos sólo en los restos encontrados y debido a la reutilización de los elementos constructivos y a las sucesivas remodelaciones, no se puede determinar con certeza la función y el carácter del edificio que aquí había.

De la época germánica posterior es una cimentación que apareció en la plaza de la Madalena y que podría coincidir con una construcción, posiblemente fortaleza o sede episcopal, en el tiempo en que los reyes suevos convirtieron Ourense al cristianismo.

El papel central que iba a tener en la trama urbana se adivina ya en el siglo XI. Cuando la ciudad no contaba con unas eficaces murallas de defensa, el pazo se convirtió en una fiable fortaleza. Durante los siguientes años, y desde que en 1122 el obispo pasa a ocupar el señorío

de la ciudad, el edificio llega a tener hasta seis torres defensivas y una serie de patios y campos interiores. Ya con un poder simbólico y real se convierte en un importante eje en el límite entre la antigua población romana al sur y la ciudad medieval que crecía hacia el norte.

Las revueltas Irmandiñas del siglo XV echaron abajo las torres que daban sobre la calle Barreira y el pueblo ocupó para uso comercial el espacio que quedó como territorio abierto. Durante todo el siglo XVI empieza a menguar el dominio del obispo en favor de la autoridad civil, y en el año 1628 renuncia al señorío sobre Ourense.

La reforma barroca del XVIII suprime el aspecto defensivo del edificio para convertirlo en una construcción abierta y con carácter palaciego. En la fachada que da a la Plaza Mayor, un balcón sobre ménsulas encima de un monumental escudo episcopal historiado substituye a las antiguas arcadas.

El edificio del pazo se adquiere para Museo Arqueológico en el año 1951 y en el año 2002 cierra sus puertas para una remodelación que continúa 13 años después.

 

Iglesia de Santa Eufemia La Real del Norte

En Potosí, en 1607, el indiano celanovés Domingo de Araújo otorga en su testamento parte de sus bienes para que la orden de los dominicanos se establezca en su tierra. Hasta 1645, año de su llegada, el convento de los franciscanos era el único que existía en la ciudad y los hermanos del santo de Asís no facilitaron su asentamiento en la villa.

La nueva comunidad enriqueció la vida cultural y religiosa de Ourense albergando una cátedra de moral y otra de filosofía, además de una importante biblioteca. Los frailes ocuparon un solar en la parte norte, cerca de una de las puertas de la ciudad, en la calle Corredoira, hoy Santo Domingo.

El trazado de la iglesia es obra de Melchor de Velasco de planta de cruz latina y con claras influencias, en la organización de los espacios interiores, del modelo jesuítico. La disposición de las capillas, entre las pilastras de la nave, servía a las necesidades de congregación de fieles en el nuevo culto contrarreformista y era la más idónea para las necesidades litúrgicas que surgieron en el Concilio de Trento. El interior y el exterior del templo destacan por su sobriedad, que acredita la creencia de que está inacabado debido a las limitaciones económicas en la construcción.

El paso de los años enriqueció el interior que se fue cubriendo, a partir del siglo XVIII, con obras y retablos de notable valor. Destaca el de la capilla mayor, dedicado a Nuestra Señora del Rosario, obra del escultor Francisco de Castro Canseco con su gusto barroco por las columnas salomónicas, la decoración de hojas de palmeras y las cabezas de querubines.

Desde la Edad Media tenía sede en la catedral la parroquia de santa Eufemia. En el siglo XVIII la nueva localización será en el templo de los jesuítas luego de la expulsión de la compañía de la ciudad. Cuando la iglesia de Santo Domingo pierde el carácter conventual, después de la desamortización, se decide dividir la antigua parroquia. El templo dominicano acoge una de ellas en el siglo XIX y pasa a llamarse de Santa Eufemia la Real del Norte.

El edificio conventual fue derribado a principios del siglo XX luego de ser empleado para diferentes usos. En su lugar se alza actualmente la Delegación Provincial de Hacienda.

  • Lamas Carvajal 11 – 32005  Ourense – Ourense
Santa María la Real de Xunqueira de Ambía

Xunqueira de Ambía nació y creció junto al monasterio y la colegiata. La leyenda relata la aparición de la Virgen en una laguna de juncos del lugar y consta, ya en el siglo IV, la existencia de una ermita en su honor que fue objeto de devoción popular. Gonzalo Froila y su mujer Ilduara, parientes de san Rosendo, fundan en el año 955 un convento familiar en estas tierras.

En 1150 los canónigos regulares de san Agustín reciben de Alfonso VII el monasterio y las tierras y establecen allí el señorío y priorato de Xunqueira de Ambía. El dominio se benefició de donaciones de particulares en tierras y privilegios y de su proximidad a uno de los caminos de peregrinación a Santiago: la Vía de la Plata.

En la portada románica figura el año 1164 que se considera como el de la inauguración de la iglesia, cuando aun estaban sin completar arcos formeros, rosetón y techos. El templo, de tres naves sin crucero, se acaba en la primera mitad del siglo XIII con cubierta en la nave central a dos aguas de transición al Gótico. Los arcos ciegos del ábside y el triunfal son elementos más antiguos que testifican su origen románico.

La etapa de mayor esplendor y más reformista del conjunto va del siglo XVI al XVII. El prior Alonso de Piña fue el gran renovador del monasterio y el que propicia el nacimiento de la villa de Xunqueira de Ambía, al permitir poblar con vecinos y viviendas el lugar. Bajo su mandato reedifica la iglesia y construye el claustro, levanta la casa prioral y rehace el hospital para pobres y peregrinos. También dota al templo de un retablo renacentista y un coro. Él es quien encarga el primer órgano, obra de Bernal Díaz, en el año 1536. El actual, del siglo XVIII, es el tercero y fue realizado en Compostela por el maestro Manuel González Maldonado con caja de Juan Sanmartín de la Serna.

Felipe II anexiona el priorato a la diócesis de Valladolid definitivamente en el año 1619 y esta fecha marca el comienzo de su decadencia. Tras la desamortización de 1837, la colegiata pasa a ser iglesia parroquial y la casa prioral se convierte en palacio de verano de los obispos de Ourense.

Teatro Principal

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Santiago Sáez Pastor decidió construir en la década de 1830 el Teatro Principal en la calle de la Paz, antigua calle de los Zapateros. Al parecer fue una especie de venganza porque vendieron el palco que él tenía reservado, en un día de función, en el teatro viejo.

Levantó el nuevo teatro en el lugar donde tenía su vivienda y su negocio, un banco. El resultado fue un pequeño teatro «a la italiana»,  es decir, con un patio de butacas y palco en la planta baja, tres pisos de palcos y escenario. El techo con decoración vegetal y geométrica. La parte que daba a la calle tenía planta baja, que era el vestíbulo del teatro, y cuatro alturas que se destinaban a viviendas.

Fue durante bastantes años el único teatro público de la ciudad y el lugar de ocio más selecto. Era el centro de la vida social y cultural y en él hubo conciertos, zarzuelas, obras teatrales, bailes, mítines… El poeta Zorrilla leyó sus versos en el Principal, Concepción Arenal y Emilia Pardo Bazán participaron en un concurso literario y personajes como Calvo Sotelo o Gil Robles organizaron en él importantes actos políticos.

En 1912 el cine llega a Ourense y el Teatro Principal, tres años después, proyecta su primera película Viva el Rey, en una sala remodelada y adaptada a las nuevas necesidades.

En la transición se cerró y estuvo a punto de desaparecer. “Trátase de salvar o Principal” fue la consigna de un grupo encabezado por artistas, profesores, arquitectos y gente de la vida púlica ourensana, que logró que la remodelación comenzara a principios de los años 80. El Teatro Principal reabrió sus puertas en 1992.

www.teatroprincipalourense.com